Construyendo Puentes para la Justicia Climática

Lideresas y líderes indígenas de diversas comunidades del Occidente de Honduras se reúnen en Taller de Diálogo Participativo  

Hombre y mujer en un taller, trabajando en un papelógrafo sobre cambio climático

La Estanzuela, en el corazón de Marcala, en el departamento de La Paz, fue el espacio que reunió a más de 20 líderes y lideresas comunitarios y ambientalistas del Occidente de Honduras para abordar percepciones locales sobre espacio cívico y justicia climática. El taller se desarrolló el 23 de enero de 2024, organizado y patrocinado por el ‘‘Proyecto Aporto: Espacio Cívico y Justicia Climática en Centroamérica’’, y fue un escenario de convergencia de diversidad de ideas, experiencias y compromisos hacia la construcción de un futuro climático más justo y sostenible.

La jornada se enfocó en escuchar, compartir e intercambiar percepciones locales sobre espacio cívico y justicia climática, iniciando con ello la primera etapa de un proceso de intercambio comunitario que tiene como objetivo transformar la manera en que abordamos los desafíos ambientales desde las bases comunitarias. 

La metodología RQ+, para asegurar la relevancia, pertinencia y legitimidad del enfoque y propósitos del proyecto Aporto, acompañada de métodos de abordaje interseccional, fueron utilizados para orientar las discusiones, garantizando un espacio donde todas las voces e inquietudes fueran consideradas y valoradas.

Mujer líder participando en el taller
Salvador Zuniga, líder indígena y de los territorios, dando unas palabras

Desde la inclusividad hasta el compromiso con el conocimiento local, el taller se diseñó para que las y los participantes, divididos en grupos por rangos de edad y género, exploraran temas críticos como la relación de la comunidad con la tierra, los efectos del cambio climático en sus vidas, y las luchas por la justicia ambiental. La dinámica del Café Comunitario facilitó una conversación abierta y colaborativa, permitiendo un intercambio de ideas y experiencias.

Los resultados fueron reveladores. Los hombres mayores de 40 años resaltaron la visión de la tierra como vida y herencia, mientras que un los adultos-jóvenes entre 25 y 40 años discutieron el impacto directo del cambio climático en sus medios de vida y tradiciones. La preocupación por la criminalización de la protesta ambiental y la necesidad de apoyo legal y organizativo fue un tema común, especialmente entre las mujeres mayores de 40 años. Los más jóvenes, por su parte, hablaron sobre la importancia de un espacio cívico libre y una justicia climática que respete y proteja los recursos naturales para las futuras generaciones.

La participación activa y el intercambio de conocimientos generado resalta la importancia de unir esfuerzos intercomunitarios, independientemente de la edad o género, para proteger y conservar el ambiente y avanzar hacia una justicia climática justa y equitativa. Dentro del dialogo generado emergieron esperanzas y preocupaciones compartidas, y la necesidad de construir un tejido de solidaridad y acción colectiva entre las comunidades participantes, sentando las bases para futuras colaboraciones en la defensa del ambiente, tierras y territorios. El taller también fue un espacio de retroalimentación sobre los objetivos y resultados que las comunidades de trabajo esperan del proyecto Aporto: Espacio Cívico y Justica Climática en Centroamérica.  

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