La luz de la resistencia: Comunidades de San Marcos lideran la lucha por la soberanía energética

Equipo de FLACSO Guatemala y pueblos Indígenas en Guatemala

El Proyecto Aporto es una iniciativa centroamericana conjunta entre la Red de Desarrollo Sostenible-Honduras (RDS-HN), La Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales-Guatemala, y La Fundación Comunicándonos, El Salvador. Es apoyado técnica y financieramente por el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC) de Canadá.

“Hidro Matazano: Luz comunitaria tras décadas de oscuridad”.

Lugar: Aldea El Matazano, San Pablo, San Marcos, Guatemala
Fecha: 02 de diciembre de 2024

En la parte más occidental de Guatemala, las comunidades del altiplano y la bocacosta han encendido una luz que ilumina la lucha por la soberanía energética desde los territorios mames. Desde la Aldea El Matazano, en San Pablo, San Marcos, el naciente proyecto comunitario Hidro Matazano es un símbolo de autodeterminación y organización frente a décadas de abusos y exclusión en el acceso a la energía eléctrica. Este esfuerzo, acompañado por la Cooperativa Luz de Todos, reúne a diversas comunidades comprometidas con la soberanía energética y la justicia climática en la región:

“Nosotros hemos sido víctimas de los altos costos de la luz por 14 años”, señaló don Marcos, uno de los líderes del proyecto, durante uno de los talleres llevados a cabo por el Proyecto Aporto en la comunidad. “Pasamos de pagar Q60.00 a Q600.00, y no había nadie con quien platicar ante la empresa. Esto nos llevó como comunidad entera a dejar de pagar. Nunca nos condonaron la deuda ni quisieron fijar una cuota justa”.

La génesis de una iniciativa comunitaria

Hidro Matazano comenzó en abril de 2024 con un recorrido de reconocimiento por el territorio, buscando un caudal adecuado en la vega del río Cabuz. Tras diferentes estudios ambientales, la comunidad decidió enfrentar el reto con un modelo completamente comunitario, sin injerencia de la municipalidad ni de empresas privadas: “Nosotros queremos ser independientes de la municipalidad”, explicó don Marcos. “Aquí toda la comunidad aporta Q100.00 al año por vehículo y trabajamos juntos en los proyectos”. Este espíritu de cooperación refleja un profundo compromiso con el bien común. Don Aurelio, otro miembro clave de la Cooperativa, resumió la esencia del proyecto: “Cuando uno tiene conciencia y quiere salir de la esclavitud, entrega lo necesario. Esto me ayudará en espíritu”.

Comunidades de San Marcos participando en jornada de APORTO con equipo de FLACSO
Participantes de comunidad en San Marcos

La resistencia frente a un sistema injusto

Los testimonios de la comunidad narran años de abusos por parte de ENERGUATE, una empresa privada que provee energía eléctrica al occidente y oriente del país: “Nosotros solo servimos de escalera para los de arriba”, comentó don Adán. La falta de canales de comunicación y las represalias económicas llevaron a la comunidad a organizarse y buscar alternativas. El apoyo de aliados como la Cooperativa Luz de Todos ha sido crucial. “En Luz de Todos somos proyectos hermanos”, afirmó don Feliciano, presidente de la cooperativa. “Nuestra filosofía no busca hacer dinero, sino trabajar para la colectividad bajo los principios de soberanía energética y autodeterminación”.

La soberanía energética como horizonte

Para líderes como Eliu Orozco, la soberanía energética no es solo una meta, sino un principio que redefine la relación entre los pueblos y sus territorios. “Somos capaces de lograr la soberanía energética con nuestra madre agua y nuestro padre sol”, expresó: “este proyecto está rompiendo al Estado”. El proyecto Hidro Matazano se sostiene en un contexto histórico y cultural profundo, donde la espiritualidad y la fuerza de la organización comunitaria se están encontrando constantemente. “El pueblo maya mam viene de una tradición de creyentes. Si le creemos, le entramos”, agregó Orozco.

Un modelo para el futuro

Las comunidades de San Marcos no solo están luchando por su derecho a la energía, sino que están sentando un precedente para otros territorios. “Ya estamos levantando polvo. Eso quiere decir que hay viento, y que la cosa se va a mover”, afirmó Orozco con esperanza. El programa Luz de Todos trabaja actualmente en una política energética que fortalezca estas iniciativas, siempre consultando con las comunidades. “Cuando los pobres se unen, los milagros suceden”, concluyó Orozco.

Mientras tanto, en El Matazano, la luz no solo iluminará los hogares, sino también el camino hacia un futuro donde los pueblos reivindiquen su rol como verdaderos dueños de sus territorios y constructores de sus propios destinos. “Aquí están los dueños de los territorios; aquí está nuestro proyecto”, aseguraron. Este ejemplo de resistencia y organización muestra que, cuando las comunidades toman las riendas de su destino, la soberanía energética no es solo un sueño, sino una realidad comunitaria que se vuelve posible.

Scroll al inicio